Un dulce amargo

Es increíble que cuando anhelas el pasado la mayoría de sucesos te recuerdan a él.

Siempre quieres volver atrás, pero no sabes exactamente por qué y para qué ¿para olvidar todo lo aprendido o lo ocurrido? ¿para borrar los errores?.

Quizás sea por nostalgia al saber que hubo un tiempo mejor.

Querer volver al pasado sólo afecta a nuestro presente a base de amargártelo.
A la vez es un círculo vicioso ya que querrás volver al pasado si tu presente es una amargura constante.

Por otra parte, como es prácticamente imposible viajar al pasado, queremos que el futuro llegue pronto, que el presente pase rápido y así dejar atrás la mala etapa, pero de nuevo ese presente que queríamos olvidar se convierte en pasado.

Un pasado que queda como un toffe derretido, un dulzor insoportable y asquerosamente pegajoso y del cuál no te puedes quitar el sabor.

Dicen que con la ansiedad apetece comer algo dulce para que te produzca bienestar, tal vez sea eso.